La mejor época para visitar Roma depende de tus preferencias personales. Sin embargo, muchos viajeros coinciden en que la primavera (abril a junio) y el otoño (septiembre a octubre) son ideales. Durante estos meses, el clima es agradable y las multitudes no son tan abrumadoras como en pleno verano. En primavera, los jardines están en plena floración y en otoño, las temperaturas son más frescas, perfectas para explorar la ciudad a pie.