Para un viaje corto, organiza tu itinerario visitando primero las playas de Boa Viagem, conocidas por su belleza y actividad. Luego, el centro histórico de Recife, donde sus coloridos edificios coloniales y museos ofrecen un paseo por el tiempo. Culmina con un recorrido por Olinda, un pueblo vecino icónico por sus calles adoquinadas y vibrante escena artística.