Los hoteles están mejorando la experiencia gastronómica mediante la incorporación de menús de degustación que destacan los productos locales y estacionales, programas de cocina interactiva donde los huéspedes pueden aprender a preparar platos autóctonos con chefs expertos, y colaboraciones con bodegas y productores locales que enriquecen la oferta culinaria con maridajes cuidadosamente seleccionados.